Luka Modric se despidió del Real Madrid en una noche cargada de emociones en el Santiago Bernabéu, donde recibió una ovación que quedará para siempre en la memoria de los aficionados blancos. El centrocampista croata, leyenda del club tras más de una década de éxitos, fue homenajeado en el último partido de la temporada, cerrando así una etapa inolvidable. A sus 39 años, el fútbol sigue latiendo en sus botas, y todo apunta a que su próxima aventura podría tener lugar en el Milan, que ya trabaja para incorporarlo a su plantilla.
La entidad italiana identificó en Modric a un perfil ideal para reforzar su medular. Su visión de juego, precisión en el pase y jerarquía en el terreno de juego siguen siendo virtudes altamente valoradas, y los rossoneri estarían dispuestos a hacer un esfuerzo importante para contar con él. Las conversaciones entre ambas partes han comenzado y, aunque todavía no hay un acuerdo formal, las señales son más que positivas.
Modric, que ha levantado todos los títulos posibles con la camiseta madridista, no ha mostrado señales de querer colgar las botas. Su deseo es seguir compitiendo al más alto nivel, y la Serie A podría brindarle un entorno idóneo para ello. En Milan consideran que su llegada aportaría no solo calidad futbolística, sino también una dosis de experiencia crucial para un vestuario joven en plena evolución.
El movimiento está generando gran expectación tanto en España como en Italia. El posible desembarco del exmadridista en San Siro sería uno de los movimientos más llamativos del mercado estival. Modric se toma su tiempo para decidir, pero el interés del Milan es firme y cada vez más concreto. Todo indica que el próximo capítulo en su carrera profesional podría escribirse en suelo italiano.
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