Los partidos de ida y vuelta entre River y Colo Colo, correspondientes a los cuartos de final de la Copa Libertadores, se disputarán sin la presencia de aficionados visitantes, se confirmó oficialmente.
La decisión fue tomada por las autoridades de seguridad de Chile y de la Ciudad de Buenos Aires, quienes evaluaron los riesgos y decidieron no permitir la asistencia de aficionados del equipo rival en ambas sedes.
La medida fue anunciada luego de varias reuniones y negociaciones entre los dirigentes de ambos clubes y las autoridades encargadas de la seguridad.
El presidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa, que es la gerenciadora del conjunto chileno, había mostrado optimismo la semana pasada al hablar de un “preacuerdo” para recibir a hinchas de River en Santiago, e incluso mencionó conversaciones con Jorge Brito, presidente del equipo “Millonario”, sobre la posibilidad de intercambiar hinchas.
Sin embargo, estas expectativas se desvanecieron ante la contundente decisión de las autoridades chilenas, que priorizaron la seguridad.
El origen de la reticencia de las autoridades chilenas a permitir aficionados visitantes, radica en incidentes recientes. En junio de este año, un amistoso entre Colo Colo y Universitario de Perú fue suspendido después de que hinchas del equipo chileno lanzaran proyectiles y fuegos artificiales hacia la parcialidad peruana.
Además, en los octavos de final del torneo, el “Cacique” no pudo recibir público de Junior por una disposición gubernamental basada en antecedentes.
En Buenos Aires, la situación tampoco era favorable para los hinchas de Colo Colo, ya que el Ministerio de Seguridad de la Ciudad, había expresado sus reservas debido a incidentes ocurridos en el 2023, cuando la parcialidad del conjunto chileno protagonizó disturbios en La Bombonera, durante un partido por fase de grupos de la Copa Libertadores ante Boca.
En otro caso parecido, en un encuentro disputado en Mendoza a principios de este año, los seguidores de Colo Colo también se vieron involucrados en incidentes durante su visita a Godoy Cruz.
Finalmente, y ante la falta de convencimiento por parte de las autoridades de ambas ciudades, se decidió que los partidos se jugaran sin público visitante. El encuentro de ida se disputará en Chile, el 17 de septiembre en el estadio Monumental de Santiago, mientras que la vuelta tendrá lugar en el Monumental el 24 del mismo mes, donde se espera que los aficionados de River llenen el estadio y brinden su apoyo al equipo.
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