El ex futbolista Oscar Ruggeri confesó que pese a iniciarse como profesional en Boca, en la actualidad es hincha de River. Además, aprovechó para realizarle una crítica al entrenador Martín Demichelis, quien comanda al equipo de Núñez.
“Yo soy hincha de River, quiero que le vaya muy bien y quiero que a este presidente le vaya muy bien. Fue la mejor decisión de mi vida venir a acá, estuve tres años y medio y fui feliz”, lanzó el Cabezón.
Además, el ex zaguero, añadió:. "Me dolió cuando me fui a Logroñés (1988). Cuando yo llegué a River me parecía que llegaba a Europa y no me equivoqué”.
La historia entre el campeón del mundo con la Selección argentina y la entidad Núñez comenzó en 1985, cuando Boca realizó un intercambio con River, el cual involucró a dos de sus estrellas con las que conservaba deudas contractuales y que habían pedido salir del club por intermedio del representante Guillermo Coppola: el propio Ruggeri y Ricardo Gareca.
Del lado del Millonario, fueron Carlos “Chino” Tapia y Julio Olarticochea los que cruzaron de vereda. Aquel histórico pase les costó la bronca perpetua del pueblo boquense, que los catalogó de traidores.
Sin embargo, para el Ruggeri ese cambio valió oro: “En Boca nos pintábamos los números en la camiseta,no concentrábamos, cada uno iba con su auto, nos encontrábamos una hora y media antes para jugar un partido, era una cosa de locos. En River fue todo lo opuesto”
Por otra parte, el “Cabezón”, quien fue multicampeón con la entidad de Núñez al lograr la triple corona entre 1986 y 1987 -Copa Libertadores, Intercontinental e Interamericana, le hizo una crítica puntual al elenco comandado por Martín Demichelis, que milita puntero en la Zona A de la Copa de la Liga.
Si bien destacó que le gusta su presencia y el armado del cuerpo técnico, recalcó que le está costando armar el once en este 2024. “Me encanta Demichelis y quiero que le vaya muy bien, pero el problema está en que no está encontrando la mitad de la cancha”, señaló.
A su vez, el ex defensor agregó en diálogo con la “Pagina Millonaria”: “Falta ese River que te llevaba por delante y que podían apretar los delanteros, que no te dejaban salir porque te asfixiaban. Los delanteros no te dejaban tocar la pelota de atrás, la tenías que tirar y dividirla, los defensores jugaban en la mitad la cancha y te presionaban. Me parece que le está faltando eso”.
Además, notó la unión que hay en el cuerpo técnico a través de los pequeños gestos, como uno que tuvo lugar en la final de la Supercopa Argentina ante Estudiantes, cuando Rodrigo Aliendro anotó un golazo sobre la hora: “Cuando Demichelis gritó el gol en Córdoba, que fue un desahogo normal, Pinola lo abrazó rápido y se lo quiso llevar. Esos detalles valen”.
En este sentido, aconsejó al entrenador para que no le vuelva a suceder un conflicto similar al que protagonizó con Enzo Pérez, quien se fue a Estudiantes de La Plata: “Tenés que tener las cosas claras para manejar un vestuario. Y necesitás dos o tres tipos adentro que no te tengan que hacer entrar. Si el técnico tiene que abrir la puerta y entrar al vestuario, hay quilombo. Si Demichelis no tiene que entrar, va bien”.
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