El delantero de River Miguel Borja comenzará acciones legales contra el Instituto Grilli de Canning por una denuncia por supuestos maltratos de él y su pareja hacia sus hijos de 7 y 10 años que se labró en la Comisaría de Ezeiza “La Unión”.
Según fuentes cercanas al jugador brindadas a la Agencia Noticias Argentinas, el personal médico no encontró señales de daño físico en los hijos del futbolista.
En la misma línea, las entrevistas realizadas por el Servicio de Niñez concluyeron que "los niños no sufren violencia". Esta conclusión trajo alivio a la familia, al confirmar que no existían signos de maltrato.
Una vez concluidas las pericias, las autoridades determinaron que no había evidencia de violencia en el entorno familiar. Como resultado, los niños fueron devueltos a su hogar sin mayores complicaciones, reafirmando la ausencia de irregularidades en su cuidado.
Qué pasó con Borja
Según se informa, el niño más chico fue quien alertó a un personal docente del Instituto Grilli de Canning ya que después de ser regañado por su maestra, respondió que “no le digan nada a su papá porque le iba a pegar”.
Aquello alertó a la directora de la institución, quien procedió a realizar la denuncia frente a las autoridades por temor a un presunto maltrato hacia los nenes por parte de su progenitor. Se realizaron las pericias correspondientes y fue una psicóloga la habló con ambos menores de edad, por lo que, en base a lo declarado por los niños, la fiscalía determinó que el jugador colombiano no cometió tal delito.
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