Manchester City derrotó este viernes por 1-0 a Wolverhampton en el Etihad Stadium gracias al gol de Kevin De Bruyne, que disputaba su penúltimo partido como local en los Citizens, y se aseguró continuar en el Top Four de la Premier League.
Porque el visitante no llegó al Etihad Stadium a cumplir el rol de partenaire. Nada más lejos. Fue una amenaza constante para los de Pep Guardiola y tuvo varias opciones muy claras de gol.
De hecho, a los 26 el City se salvó de forma milagrosa. Tras un gran contraataque sobre la izquierda, encaró el brasileño Cunha y, tras un rebote, la pelota le quedó mansita y dentro del área al argelino Rayan Ait Nouri, que definió de zurda al palo cruzado. La pelota se estrelló en el poste y el rebote le vino a la pierna derecha. Pateó bien, pero el croata Josko Gvardiol rechazó sobre la línea.
El concepto es remanido pero válido: contra equipos como el Ciudadano, las chances que se desaprovechan se suelen pagar caras.
Nueve minutos después, llegó la jugada con la que se puso en ventaja el local.
Gran acción de Doku por izquierda, pasando jugadores a pura potencia, y centro perfecto por bajo para De Bruyne, que estaba cerca del punto penal y, desde allí, no perdonó: de primera, la mandó al fondo de la red.
El festejo tuvo una cuota de emotividad, porque el rubio belga estaba disputando su penúltimo partido en el Etihad con la camiseta del City, ya que el club no le renovó el contrato, que se vence en apenas semanas.
El conjunto de Guardiola no pasa por su mejor momento y eso explica que, habiendo llegado al entretiempo en ventaja y jugando de local, no pudiera cerrar el encuentro.
En varias ocasiones su rival pudo haber empatado. La más clara fue a los 56, cuando un buen contraataque por la izquierda le quedó a Cunha y el brasileño volvió a demostar su calidad.
Casi displicente ante la marca, aguantó que le pasara un compañero por la izquierda y lo usó como señuelo: sacó un disparo bárbaro casi sin recorrido de la pierna y el balón se estrelló, otra vez, en el palo
El encuentro nunca bajó en intensidad pero el City fue encontrando la forma de frenar el ímpetu de los Wolves que, no obstante, impidieron que los hinchas ciudadanos pudieran relajarse antes del pitazo final.
Comentarios