Lucas Boyé podría estar viviendo sus últimos días como jugador del Granada. El delantero argentino, con pasado en Europa y formación en el fútbol sudamericano, despertó el interés de River Plate, que lo considera una pieza idónea para reforzar su ataque. Desde Núñez ya se han iniciado contactos para tratar de cerrar su regreso, aunque no será una operación sencilla, ya que el club andaluz remite a su cláusula de rescisión, fijada en 10 millones de euros.
A sus 29 años, Boyé se encuentra en plena madurez deportiva y su perfil encaja con lo que busca el equipo argentino para el frente ofensivo de su plantel. El atacante ha demostrado en España que puede ser un recurso valioso por su capacidad para jugar de espaldas, generar espacios y aportar goles. En River, donde dio sus primeros pasos como profesional, consideran que su experiencia europea puede marcar diferencias en la liga argentina.
Desde la directiva del club de Núñez son conscientes de que será complicado convencer al Granada sin alcanzar los números estipulados en su contrato. Aunque el deseo del futbolista por volver a su país podría facilitar las cosas, en la entidad española no contemplan una salida a bajo coste, especialmente tras el descenso, que les obliga a cuidar cada ingreso con detalle.
El tiempo jugará un papel determinante en esta historia, ya que River quiere cerrar la operación antes del final del mercado y evitar una subasta con otros posibles pretendientes. Mientras tanto, Boyé se mantiene al margen de las negociaciones, entrenando con normalidad y esperando que las gestiones entre ambas partes desemboquen en un acuerdo que le permita vestir nuevamente la camiseta de la banda roja.
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